La fiebre es una condición fisiológica caracterizada por un aumento de la temperatura corporal por encima de lo normal. La fiebre puede ser causada por una infección o enfermedad, y es el mecanismo natural del cuerpo para luchar contra la enfermedad. Aunque a menudo se asocia con la enfermedad, la fiebre en sí misma no es una enfermedad. La fiebre puede ser incómoda, pero es una respuesta natural del cuerpo y, por lo general, no requiere tratamiento. Sin embargo, cuando la fiebre es muy alta o persiste durante mucho tiempo, puede ser necesario tratarla.
La fiebre es una respuesta natural del cuerpo a la infección o enfermedad. Aumenta la temperatura del cuerpo para ayudar a combatir la enfermedad. La fiebre puede ser causada por una variedad de enfermedades y afecciones, incluyendo infecciones virales, bacterianas o fúngicas, enfermedades autoinmunes, tumores y lesiones cerebrales. A menudo, la fiebre es el primer síntoma de enfermedad, y puede ser seguida de otros síntomas, como escalofríos, dolores y molestias, pérdida del apetito, fatiga y dolores musculares.
La fiebre es una respuesta natural del cuerpo, y por lo general no requiere tratamiento. No se debe tratar la fiebre con medicamentos si no hay otros síntomas presentes. La fiebre puede ayudar al cuerpo a combatir la enfermedad, y tratarla puede interferir con el proceso natural de curación. Si la fiebre es muy alta o persiste durante mucho tiempo, puede ser necesario tratarla con medicamentos para reducir la temperatura corporal. Los medicamentos más comunes utilizados para tratar la fiebre son los antipiréticos, como el ibuprofeno y el paracetamol. No se debe dar aspirin a los niños o adolescentes, ya que puede aumentar el riesgo de desarrollar síndrome de Reye, una enfermedad grave.