Los resfriados y las alergias son dos de las principales causas de la obstrucción nasal. Aunque parezca que no hay nada que se pueda hacer para deshacerse de ellos, existen unos cuantos trucos para despejar la nariz tapada. Estos métodos son seguros y efectivos, y pueden ayudar a que respires mejor en cuestión de minutos.

En primer lugar, prueba con una solución salina. Esto ayudará a humedecer las membranas nasales secas y a reducir la inflamación. Puedes hacer una solución salina casera mezclando una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia. Inclina la cabeza hacia un lado sobre el lavabo y coloca la solución en uno de los orificios nasales. Deja que el agua salada fluya hacia la otra nariz. Escupe el agua. Repite el proceso con el otro lado.

Otra manera de aliviar la congestión nasal es usar un humidificador. Los humidificadores mantienen el aire húmedo, lo que ayuda a prevenir la sequedad de las membranas nasales. Esto puede ser especialmente útil si vives en un lugar seco o si el aire acondicionado está encendido.

También puedes probar con una ducha caliente. El vapor ayuda a abrir las vías nasales tapadas. Puedes hacerlo con una ducha normal o usar un humidificador para la ducha. Si no tienes un humidificador, puedes colocar una toalla en la parte superior de la puerta del baño para que el vapor no se escape. Respira profundamente el vapor durante cinco minutos.

Otro remedio casero para la nariz tapada es la cebolla. Parece una solución extraña, pero la cebolla contiene un compuesto llamado quercetina, que es un antihistamínico natural. Corta una cebolla por la mitad y respira su aroma durante unos minutos. También puedes colocar una rodaja de cebolla en una bandeja y colocarla cerca de tu cama mientras duermes.

La miel también es un remedio efectivo para la nariz tapada. La miel ayuda a aliviar la tos y la garganta irritadas. Toma una cucharadita de miel tres veces al día. También puedes mezclarla con un poco de jugo de limón para hacer una bebida refrescante.

Por último, el jengibre es una hierba con muchas propiedades medicinales. El jengibre contiene un compuesto llamado gingerol, que es un antihistamínico natural. Toma una cucharadita de jengibre fresco o en polvo dos veces al día. También puedes hacer un té de jengibre agregando una cucharadita de jengibre en polvo a una taza de agua hirviendo. Deja que se infunda durante cinco minutos y bebe.