Discapacidad puede referirse a una deficiencia física, mental, intelectual o sensorial que dificulta la interacción con el medio ambiente de forma que se pierda la autonomía para llevar una vida plena y realizarse como persona. La discapacidad es una situación que se produce en el individuo y que, debido a su gravedad, requiere de una intervención específica y personalizada de atención, educación, rehabilitación y/o apoyos técnicos.

La discapacidad es un término que se ha ido incorporando poco a poco al lenguaje cotidiano y que, a día de hoy, es un concepto clave en el ámbito de la educación, la atención sanitaria, el trabajo o las relaciones sociales.

El término discapacidad se utiliza, por tanto, para referirse a aquellas personas que presentan una situación de desventaja respecto a la mayoría de la población en alguno de los aspectos señalados anteriormente.

La discapacidad puede ser congénita o adquirida, y su grado de severidad puede ser leve, moderado, grave o profundo.

En cuanto a la discapacidad congénita, se trata de una deficiencia que se presenta desde el nacimiento o que se detecta en los primeros años de vida. En cambio, la discapacidad adquirida es aquella que se produce en el transcurso de la vida, como consecuencia de un accidente, una enfermedad o el envejecimiento.

Discapacidad y minusvalía

El término discapacidad se utiliza, en la actualidad, de forma más amplia que el concepto de minusvalía, que se empleaba de forma más restrictiva y que se refería, fundamentalmente, a aquellas personas cuya capacidad física o mental estaba reducida de forma significativa.

La discapacidad, por tanto, es un término más amplio que engloba a aquellas personas con deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales, mientras que la minusvalía se refiere, fundamentalmente, a las deficiencias físicas o mentales.

Discapacidad y barreras

La discapacidad no es una característica intrínseca de la persona, sino que se produce en el individuo en función de su entorno y de las barreras que se encuentra a su alrededor.

Así, cuando hablamos de barreras para las personas con discapacidad, nos estamos refiriendo a aquellos obstáculos físicos, sociales, económicos o culturales que dificultan o impiden el pleno ejercicio de sus derechos.

Estas barreras pueden ser, por ejemplo, la falta de acceso a la educación, la atención sanitaria o el empleo; la ausencia de adaptaciones en el entorno físico; la discriminación o el estigma social; o la falta de información y de formación.

Todas estas barreras pueden tener un impacto negativo en la vida de las personas con discapacidad, dificultando su integración social, laboral y educativa.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad es un tratado internacional que tiene por objeto proteger y promover los derechos de las personas con discapacidad.

La Convención fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006 y entró en vigor en mayo de 2008. En la actualidad, la Convención cuenta con 166 Estados Partes.

La Convención se basa en tres pilares fundamentales: el principio de igualdad, el principio de no discriminación y el principio de participación y protección.

El principio de igualdad establece que las personas con discapacidad tienen derecho a gozar de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en condiciones de igualdad con las demás personas.

El principio de no discriminación establece que las personas con discapacidad no deben ser discriminadas por motivos de su condición de tales, y que deben tener acceso a todos los derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con las demás personas.

El principio de participación y protección establece que las personas con discapacidad deben tener la oportunidad de participar plenamente en la vida de la sociedad y de desarrollar su persona en condiciones de igualdad con las demás personas.

La Convención también reconoce el derecho de las personas con discapacidad a tener acceso a la justicia y a un recurso efectivo en caso de violación de sus derechos.

Discapacidad y derechos

La discapacidad no es una barrera para el goce y el ejercicio de los derechos humanos.

Las personas con discapacidad tienen derecho a todos los derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en otros instrumentos internacionales de derechos humanos.

Estos derechos incluyen el derecho a la vida, al derecho a la educación, al derecho a la salud, al derecho a la igualdad ante la ley, al derecho a la libertad de expresión y de reunión, entre otros.

Las personas con discapacidad también tienen derecho a una serie de derechos específicos que tienen por objeto facilitar su integración social, laboral y educativa.

Estos derechos específicos incluyen, por ejemplo, el derecho a la educación especial, el derecho a la formación profesional, el derecho a la atención sanitaria, el derecho a la rehabilitación, el derecho a la asistencia técnica y el derecho a la protección frente a la discriminación.

Discapacidad y educación

La educación es un derecho fundamental de todas las personas, independientemente de su condición de discapacidad.

Las personas con discapacidad tienen derecho a la educación en igualdad de condiciones con las demás personas, y deben tener acceso a todos los niveles y modalidades de educación, desde la educación inicial hasta la educación superior.

La educación debe ser gratuita y obligatoria para todas las personas hasta los 16 años de edad, y debe ser adaptada a las necesidades específicas de las personas con discapacidad.

La educación de las personas con discapacidad debe tener como objetivo facilitar su integración social, laboral y educativa, y debe estar orientada al desarrollo de su persona y de su autonomía.

Discapacidad y empleo

El empleo es un derecho fundamental de todas las personas, independientemente de su condición de discapacidad.

Para ver tu expediente de discapacidad en España, puedes seguir estos pasos:

1. Ponte en contacto con la oficina de tu municipio que se encarga de este tema. Allí te pedirán una serie de documentos.

2. Una vez que hayas recopilado todos los documentos necesarios, entregárselos a la oficina municipal.

3. La oficina municipal te pedirá que esperes unos días, ya que tendrán que tramitar tu expediente.

4. Una vez que hayan tramitado tu expediente, te llamarán para que acudas a recogerlo. Allí podrás ver toda la información relativa a tu discapacidad.